
Después de preparar dos cámaras para capturar automáticamente esta escena celestial en varias series de exposiciones, una de gran angular y otra a través de una lente telescópica, el fotógrafo Joseph Brimacombe se volvió para preparar el otro equipo.
Para sorpresa suya, el suelo a su alrededor de iluminó de repente con un flash brillante de un bólido. Para su disfrute, ámbas cámaras capturaron el brillante rastro del meteoro.
Detallado en la vista del teleobjetivo (recuadro), el rastro del bólido brilla a través de bancos de nubes, justo a la izquierda de Ayers Rock.
Créditos & Copyright: Joseph brimacombe
Tomado de www.elobservatorio.info
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