martes, 27 de diciembre de 2011

martes, 13 de septiembre de 2011

Erupciones solares son más largas y energéticas de lo previsto

El Sol visto ayer por el observatorio espacial SDO, que observa la estrella constantemente.- NASA

Cuatro erupciones solares, dos muy intensas y todas ellas originadas en la misma mancha de la estrella, se registraron la semana pasada, entre los días 6 y 8 de septiembre, tras un período de tranquilidad del Sol. Los estallidos han provocado en la Tierra espectaculares auroras, pero no daños en satélites de comunicaciones o en redes eléctricas, como en otras ocasiones. Estas erupciones son un fenómeno bien conocido por los científicos, pero el astro del Sistema Solar sigue guardando secretos y sigue sorprendiendo a los especialistas. Gracias a un observatorio espacial avanzado, el SDO (Solar Dynamics Observatory), se ha descubierto ahora que la energía emitida por algunas de las erupciones es más intensa de lo que se pensaba y, además, la radiación es larga, prolongándose hasta cinco horas después del estallido inicial.

Las emisiones pueden interferir en los sistemas de comunicación

"Se consideraba que el proceso normal del estallido solar se limitaba a unos pocos segundos o minutos", explica Lika Guhathakurta, líder científico del programa de la NASA Vivir con una estrella, dedicado a la dinámica del Sol. "Los nuevos datos mejorarán nuestra comprensión de la física de las erupciones solares y las consecuencias en el entorno espacial terrestre, donde operan muchos satélites comerciales y científicos", añade.

La gran duración e intensidad de estos estallidos en el astro es importante: el efecto combinado puede suponer hasta un 70% de la cantidad de energía disparada hacia la atmósfera terrestre. Los científicos que lo han descubierto presentan sus conclusiones en la revista Astrophysical Journal.

Las erupciones solares son intensas emisiones de radiación de la estrella, generadas por la energía magnética almacenada en la corona; se ven como zonas brillantes en el Sol y que se asocian a sus manchas. Se trata de las explosiones más potentes que se producen en el Sistema Solar y suelen ir acompañadas de eyecciones de materia -en estado de plasma- que puede llegar a la Tierra (no afectan a los seres vivos gracias a la protección de la atmósfera, pero sí suponen un riesgo para los astronautas). Los estallidos emiten radiación en todas las longitudes de onda, desde radio hasta rayos X y gamma.

Tom Woods, de la Universidad Boulder (Colorado), lidera la nueva investigación realizada con el SDO. Este observatorio de la NASA, lanzado al espacio el año pasado, está observando la estrella constantemente y toma datos cada 10 segundos.

La investigación de las erupciones solares y los procesos implicados tienen proyección práctica, además de importancia científica. "Si podemos incluir estos nuevos resultados en los modelos del tiempo espacial [como la meteorología terrestre], podríamos predecir más eficazmente estos fenómenos y sus efectos en nuestros sistemas de comunicaciones y de navegación por satélite", comenta Woods en un comunicado de su universidad.

Los estallidos son habituales, aunque no siempre tan frecuentes como la semana pasada, con cuatro registrados en la misma mancha, la denominada 1.283. La primera erupción, el 6 de septiembre, fue de intensidad media -estos fenómenos se miden con una escala similar a la Richter de los terremotos-; 22 horas después se registró otra que fue unas cuatro veces más potente -de clase X- que la primera, y al día siguiente, una tercera, también fuerte; la cuarta, el día 8, fue moderada.

La tercera de estas erupciones es la quinta de clase X observada en el actual ciclo de la estrella (de 11 años aproximadamente), según los expertos de otro observatorio solar, el ya veterano Soho. "La serie de erupciones en pocos días sugiere que la actividad del Sol está aumentando", señalan. Los expertos esperan que se produzca el máximo de este ciclo entre 2012 y 2014.

Fuente: www.elpais.com

lunes, 12 de septiembre de 2011

Júpiter y sus lunas, Io y Ganímedes

Una espectacular imagen de Júpiter, que muestra al gigante gaseoso en todo su esplendor junto a sus lunas Ío y Ganímedes, ha ganado el prestigioso premio al Mejor Fotógrafo Astronómico del Año del Royal Observatory de Greenwich, en Londres.

La impresionante 'postal cósmica' fue tomada por el fotógrafo aficionado Damian Peach desde Barbados, donde la claridad de la atmósfera permite captar imágenes astronómicas con una nitidez extraordinaria. De hecho,el nivel de detalle con el que se puede ver el color de las rayas características y las tormentas en la superficie de Júpiter, asi como en sus dos lunas, es insólito.

"La foto forma parte de una larga serie de imágenes tomadas a lo largo de un periodo de tres semanas desde la isla caribeña de Barbados, donde con mucha frecuencia el cielo está totalmente despejado y la claridad de la atmósfera permite captar imágenes muy detalladas de los planetas", explica el ganador en la página web del Royal Observatory.

"La astronomía me ha fascinado desde que tenía 10 años y me he especializado en la realización de fotos de planetas durante los últimos 14. Estoy muy satisfecho con esta foto y no cambiaría ningún detalle de la imagen", asegura Peach.

Los miembros del jurado se quedaron especialmente impactados por el nivel de detalle con el que se ven las superficies de las dos lunas de Júpiter.

"Es una foto verdaderamente increíble de Júpiter. ¡Damian incluso ha logrado captar detalles de dos de sus lunas! Es impresionante pensar que la imagen fue captada desde la Tierra por un astrónomo aficionado, utilizando sus propios aparatos", afirma Peter Lawrence, uno de los astrónomos que participó en el jurado.

"Parece una imagen captada por el telescopio espacial Hubble. El detalle de las nubes y tormentas de Júpiter es increíble, asi como la nitidez con la que se ven sus lunas", opina por su parte Marek Kukula, otro de los miembros del jurado.

Fuente www.elmundo.es

miércoles, 31 de agosto de 2011

La Tierra y la Luna

Fotografía de la Tierra y la Luna tomada el pasado 26 de agosto por la nave interplanetaria de la NASa Juno desde una distancia de 9,66 millones de kilómetros.- NASA/JPL/CALTECH

Fuente www.elpais.com