jueves, 26 de febrero de 2009

Marte en 3-D

Esta fotografía tridimensional del planeta Marte fue distribuida este jueves por la administracion estadounidense para el espacio, NASA, con la indicacion de que corresponde al "polo norte" del planeta rojo.

Los datos que permitieron elaborar esta imagen fueron obtenidos por el Mars Orbiter Laser Altimeter (MOLA).

Image Credit: NASA/JPL/GSFC

Kepler buscará planetas como la Tierra en 100.000 estrellas

El nuevo telescopio de la NASA, Kepler, observará durante tres años y medio incansablemente la misma región del cielo. Lo hará desde el espacio para no sufrir los inconvenientes del día y la noche terrestres. Su objetivo es buscar planetas rocosos fuera del Sistema Solar que sean similares en tamaño a la Tierra y que además estén en el entorno más idóneo para la vida alrededor de otras estrellas. El observatorio se concentrará en la región del Cisne, en la que buscará tierras alrededor de unas 100.000 estrellas.
En la zona habitable puede haber agua en estado líquido
Para el 5 de marzo está previsto el lanzamiento del Kepler, que se situará en una órbita bastante poco común, prácticamente la misma que la de la Tierra, a la que seguirá y de la que se separará progresivamente.
Desde que en 1995 el equipo suizo formado por Michel Mayor y Didier Queloz descubrieron el primer planeta fuera de nuestro Sistema Solar, convirtiendo en hecho lo que no eran hasta entonces sino hipótesis, se han detectado unos 340 cuerpos de este tipo. Sin embargo, la mayoría son tan grandes como Júpiter y además están en órbitas tan cercanas a la estrella que no podrían albergar vida tal y como la conocemos.
La misión del Kepler es distinta pero complementaria de la de otro satélite cazaplanetas que está en órbita desde hace dos años: el Corot del CNES y la ESA. De hecho, los equipos españoles que participan en esta misión analizarán también los datos de Kepler. Los dos satélites utilizan la técnica de tránsito, que consiste en medir si una estrella pierde temporalmente un poquito de luminosidad y luego la recupera. Esto puede indicar que un planeta se ha cruzado por delante del astro que orbita, haciendo un microeclipse.
Para confirmar que la variación de luz detectada por el fotómetro del telescopio corresponde a un tránsito es necesario confirmar que es periódica, lo que explica la duración de la misión Kepler. En tres años y medio se podrían observar hasta cuatro tránsitos con periodos de un año como el de la Tierra, y hasta tres tránsitos en un porcentaje significativo de planetas con periodos orbitales mayores.
Kepler se va a dedicar a observar lo mejor posible alrededor de 100.000 astros concretos buscando planetas que tengan un tamaño entre 0,8 y 2,2 veces el de la Tierra (asumiendo una densidad similar) y que orbiten su estrella en zonas templadas, donde puedan tener agua líquida en su superficie. La zona habitable en el Sistema Solar está aproximadamente entre Venus y Marte. Se caracteriza porque fuera de ella el agua se hiela permanentemente (como en Marte) o se evapora por las altas temperaturas (como en Mercurio). Además, también influyen el tamaño y la masa del planeta. Los planetas que tienen la mitad de masa de la terrestre no disponen de gravedad superficial suficiente para albergar una atmósfera en la que se desarrolle la vida. Y en los planetas con más de 10 veces la masa de la Tierra la gravedad es tan fuerte que no deja escapar los elementos más ligeros y abundantes, como el helio y el hidrógeno, por lo que se desarrollan como gigantes gaseosos como Júpiter.
"El censo planetario que puede hacer el Kepler será muy importante para averiguar la frecuencia de planetas como la Tierra en nuestra galaxia y planificar futuras misiones que directamente puedan caracterizar tales mundos alrededor de otras estrellas", explica Jon Morse, responsable de la división de Astrofísica de la NASA. El coste de la misión asciende a 470 millones de euros.

Tomado de www.elpais.com

Zona de observación del Kepler


martes, 24 de febrero de 2009

El cometa Lulin

Esta fotografía del cometa Lulin fue captada el 23 de febrero en los Estados Unidos y distribuida por la administracion estadounidense para el espacio, NASA






El cometa Lulin, oficialmente denominado C/2007 N3 Lulin, es un cometa pequeño y poco brillante, de 5ª magnitud como máximo, que orbita alrededor del Sol con un período desconocido.

Estudio del cometa
El cometa Lulin fue descubierto por el estudiante de Meteorología chino Quanzhi Ye, de Guangzhou y el astrónomo Chi Sheng Lin, del Lulin Sky Survey (LUSS) de la Universidad Nacional Central de Sun Yat-sen, el 11 de julio de 2007, con un telescopio de 16 pulgadas; presentaba en ese momento un brillo de magnitud +18,9. Chi Sheng realizó tres fotografías en la noche del 11 de julio desde el telescopio de 0,41 metros de diámetro Ritchey Chrétien del Lulin Observatory de Nantou, Taiwán, situado a 2.862 msnm descubriendo Quanzhi Ye un objeto que se desplazaba sobre el fondo de estrellas. Fue bautizado como Lulin por el observatorio donde trabajaba Chi Sheng. Identificado inicialmente como asteroide, observaciones de seguimiento posteriores realizadas por el Table Mountain Observatory (California, EU) el día 17 de julio siguiente lo identificaron como cometa al observar una coma de 2 a 3 segundos de arco. La cola presenta un color verdoso debido a la presencia de cianógeno y carbono diatómico. El 4 de febrero de 2009 perdió parte de la cola debido probablemente a disturbios magnéticos o perturbaciones en el viento solar. En esa fecha mostraba un brillo de 8ª magnitud.

Origen
Se supone que los cometas tienen dos orígenes diferenciados en nuestro Sistema Solar, el Cinturón de Kuiper, un disco plano helado de escombros estelares, situado a unos 50 unidades astronómicas (UA), y la Nube de Oort, una esfera de cuerpos cometarios, cuyo borde interno está situado a unas 50.000 UA. Los cometas de ciclo corto, con una órbita que toma un tiempo inferior a 200 años, proceden, por lo general, del cinturón de Kuiper; mientras que los de ciclo largo, como el Hale-Bopp, cuya órbita toma un tiempo de miles de años, parece que proceden de la nube de Oort.

Órbita
Su órbita es aún desconocida en buena medida. Parece seguir una trayectoria hiperbólica, con una inclinación de 178,4 grados, es prácticamente paralela al plano de la eclíptica, en sentido contrario al de los planetas. Su perihelio se produjo el 10 de enero de 2009. Es probable que este sea su primer y último paso cerca de la Tierra, siendo su máxima aproximación el día 24 de febrero de 2009, cuando pasará a unos 0,41 UA (poco más de 61 millones de kilómetros) y podrá ser observado en Leo con un brillo máximo de 5ª magnitud.

Visto desde la Tierra
A inicios de febrero se observa situado entre las “pinzas” de Escorpio, junto a la estrella Beta Scorpii, en dirección a la constelación de Libra. Hacia el día 6 de febrero su brillo es de 8ª magnitud, desplazándose a una velocidad de 1 grado por día. Entre los días 11 y 12 pasa por la constelación de Virgo, junto a Lambda Virginis, desplazándose 2 grados por día. El día 15 de febrero empieza a ser visible, siendo de 6ª magnitud su brillo. El día 16 está a 3 grados de la estrella Spica. Máxima proximidad a la Tierra y máximo brillo (5ª magnitud) el día 24 de febrero. Se encuentra en Leo, cerca de Saturno, desplazándose 3 grados por día. Después comienza a alejarse de nuestro planeta. El 28 de febrero está en las proximidades de Regulus Leonis, continuando en días sucesivos hacia Cáncer y Geminis.

Estructura y composición
El color verdoso de su cola parece indicar que esté compuesto de cianógenos y carbono diatómico. Al entrar en el interior del Sistema Solar, y aproximarse al perihelio, el Sol calienta su superficie, causando la sublimación de su materia, y pasando directamente del estado sólido al gaseoso, emitiendo una gran cantidad de gas volátil desde su superficie




Las dos colas del Cometa Lulin (actualizacion de febrero 25)


Hoy se debe salir fuera en la noche y observa el Cometa Lulin.
Desde un lugar oscuro, solo se necesitará un buen mapa estelar y una admirable perseverancia, aunque unos prismáticos de gran abertura ayudarán.
Ayer, el Cometa Lulin hizo su máximo acercamiento a la Tierra, con lo que el cometa permanecerá cerca de su máximo brillo en los próximos días.
El cometa está actualmente a casi 180 grados alrededor del Sol y visible durante casi toda la noche, pero parecerá moverse en el cielo casi 10 lunas llenas por noche.
Retratado arriba, el Cometa Lulin fue capturado en esta espectacular forma hace dos noches, desde Nuevo México, en EEUU.
El coma central del cometa aparece bastante verde, un color que normalmente indica cianógeno resplandeciente y gases moleculares de carbono .
También vemos muy bien al fondo algunas estrellas brillantes y una lejana galaxia espiral .
La polvorienta cola amarilla, reflejando la luz solar, es visible extendiéndose hacia el rastro izquierdo del coma por detrás del cometa, mientras que la granulada, resplandeciente y azulada cola ionizada se ve a la derecha del coma, apuntando al otro lado del Sol.
En las últimas semanas, desde puntos estratégicos de la Tierra, estas dos colas aparecían apuntar a lados opuestos .
Se espera que el Cometa Lulin se vaya desvaneciendo durante las próximas semanas.

Tomado de www.observatorio.info

lunes, 23 de febrero de 2009

OCO: el vigilante espacial del cambio climático

Recreación artística de la nave OCO en órbita alrededor de la Tierra. NASA

La administración pàra el espacio de los Estados Unidos, NASA, se apresta a lanzar la primera misión que medirá los niveles de CO2, con una nave cuyo diseño y construcción han supuesto una inversión de 210 millones de euros, para realizar observaciones que servirán para orientar las políticas contra el calentamiento
Lejos han quedado los tiempos en que el Gobierno norteamericano negaba la existencia del cambio climático y la administración de la NASA censuraba los informes de James Hansen, director del Instituto Goddard que tiene la agencia espacial en Nueva York y uno de los mayores expertos en el campo de las ciencias atmosféricas. El cambio climático existe y está provocado por el hombre. El último informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC), presentado en noviembre de 2007, no dejaba lugar para la duda.
Ahora la agencia espacial norteamericana no niega la evidencia científica y quiere poner su enorme potencial tecnológico para mejorar el conocimiento acerca del calentamiento global. Prueba de ello es el satélite OCO (Observatorio del Carbono en Órbita) que lanzará en la madrugada del martes desde la base aérea de Vandenberg en California (EEUU), si no hay inconvenientes técnicos o meteorológicos. Este nuevo proyecto, cuya inversión total ha sido de más de 210 millones de euros, será la primera plataforma espacial que permita medir las concentraciones de CO2 -el principal gas de efecto invernadero responsable del cambio climático- en la atmósfera terrestre.
Según los cálculos científicos cerca del 60% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) provocadas por el hombre son absorbidas a partes iguales por los océanos y por los ecosistemas terrestres y los suelos. El resto permanece en la atmósfera aumentando la cantidad total de este gas y contribuyendo con ello al calentamiento global.
«El problema que tenemos para medir las concentraciones de CO2 es que es realmente difícil señalar dónde se encuentran los sumideros de este gas», asegura Anna Michalak, miembro del equipo científico del OCO. El nuevo observatorio de la NASA tiene precisamente el objetivo de identificar los sumideros o puntos de absorción y las principales fuentes emisoras.
El dióxido de carbono es uno de los componentes fundamentales de la atmósfera terrestre y por ello un pequeño cambio en el ciclo natural de emisión y absorción puede alterar gravemente el clima del planeta. El hombre es responsable de un 2% de su producción total, pero ese pequeño porcentaje ha situado las medidas de este gas en su nivel más alto del último millón de años. «Tenemos que poder diferenciar entre diferencias de concentración muy pequeñas», afirma el investigador principal del proyecto, David Crisp.
Por ese motivo el nuevo satélite, que tiene el inusual y pequeño tamaño de una cabina de teléfono, está equipado con tres equipos de medición llamados espectrofotómetros, dos para medir el CO2 y uno para el oxígeno molecular, que sirve como control porque permanece constante en la atmósfera. Según las previsiones de los científicos, completará una vuelta cada 99 minutos y pasará por el mismo lugar cada 16 días. Además, posee un telescopio con una potente cámara dos veces más eficiente que la que porta el Hubble.
Este observatorio espacial ayudará a mejorar el conocimiento que se tiene en la actualidad del ciclo del carbono, algo fundamental para ayudar a los responsables políticos a tomar las decisiones adecuadas para nuestro clima en cada momento. O lo que es lo mismo, para mantener nuestra calidad de vida, si aún es posible.

Fuente http://www.elmundo.es/


Tras un lanzamiento exitoso sobrevino el fracaso
El módulo que transportaba un satélite para detectar las emisiones terrestres de dióxido de carbono, responsable del efecto invernadero, no se separó del cohete que lo impulsaba y cayó este martes cerca de la Antártida, haciendo fracasar una misión de 278 millones de dólares.
Antes de esta decepción en la investigación científica sobre el clima, el satélite había sido lanzado con éxito desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea, en California, a las 01H55 a bordo de un cohete Taurus XL, según imágenes transmitidas por la agencia espacial estadounidense (NASA).
No obstante, tras "varios minutos en vuelo, los directores del lanzamiento declararon una contingencia cuando los propulsores fallaron en separarse adecuadamente" del módulo satelital, señaló la NASA en un comunicado.
"El vehículo no tuvo suficiente impulso para alcanzar la órbita y cayó en el océano cerca del continente antártico", dijo en conferencia de prensa John Brunschwyler, encargado del programa del cohete Taurus -fabricado por la firma Orbital Sciences Corp- que transportaba el satélite.
"Todos en el equipo estamos decepcionados a un nivel muy personal, estamos muy disgustados con los resultados", añadió.
Era la primera vez que la NASA utilizaba un cohete Taurus para poner uno de sus satélites en órbita, pero Brunschwyler insistió en que el sistema había tenido un registro casi perfecto de 56 vuelos previos sin que se detectara ningún problema.
"El lanzamiento no tuvo complicaciones", dijo a la AFP el portavoz del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena (California), Alan Buis. "El ascenso estaba bastante avanzado", a la altura del Océano Pacífico, cuando se declaró la "contingencia", dijo Buis.
El satélite, bautizado Observatorio Orbital de Carbono (OCO, por sus siglas en inglés) tenía como misión hacer un mapeo completo de las emisiones terrestres, tanto de origen humano como natural, de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero vinculado al calentamiento global.
El costo de la misión era de 278 millones de dólares.
Los datos obtenidos por el satélite OCO ayudarían a los científicos a proyectar con mayor exactitud los aumentos de emisiones de CO2 en la atmósfera, para facilitar predicciones más precisas sobre el cambio climático.
El director de vuelos de la NASA Chuck Dovale informó que se creará un equipo para determinar la causa probable del fracaso, al que calificó como "una enorme decepción" para la comunidad científica.
Michael Freilich, director de la división científica de la NASA, señaló que no es posible prever cuánto tiempo le tomará a la agencia espacial desarrollar un reemplazo del OCO, cuya construcción se prolongó durante ocho años.
Era la primera nave de la NASA dedicada a estudiar el dióxido de carbono, pero no la primera en órbita: el 23 de enero Japón lanzó un satélite dedicado a la detección de emisiones de gases de efecto invernadero.
La misión japonesa ayudará a los científicos a medir la densidad del CO2 y del metano de casi toda la superficie terrestre.
Tomado de www.hotmail.com

Tras el Hubble ahora viene el Herschel


Un espejo de 3,5 metros de diámetro, bastante más que el Hubble, y una capacidad para observar en todo el espectro infrarrojo, donde no llega la visión humana, convertirán al observatorio espacial Herschel en la herramienta más precisa de la historia dedicada a escrutar las regiones más frías y lejanas del Universo.
Este prodigio de la tecnología europea, resultado de 20 años de trabajo, ya ha comenzado los preparativos para el lanzamiento, previsto para el 16 de abril.
"Lo que descubriremos cambiará nuestra visión de muchos procesos que intervienen en la evolución del Universo", se muestra convencido José Cernicharo, investigador del Instituto de Estructura de la Materia del CSIC (Madrid) y uno de los jefes científicos de la misión.
El nuevo satélite de la Agencia Europea del Espacio (ESA) es un cilindro metálico de 7,5 metros de alto y 3,3 toneladas de peso que carga en su interior varios elementos de última generación. Lo más espectacular es el espejo de observación, el mayor jamás puesto en órbita, constituido por una pieza de cerámica muy ligera y resistente.
Los restantes instrumentos del satélite se servirán del gran ojo para analizar el cosmos.Debajo del espejo se sitúa el elemento de mayor tamaño, el criostato, un bidón termal con 2.000 litros de helio líquido que garantizarán el frío extremo necesario para trabajar.
Por ejemplo, el telescopio operará en un ambiente con temperaturas inferiores a --200°, pero el objetivo es llegar a --270°, cerca del cero absoluto. Dentro del criostato, protegidos del calor exterior, se encuentran sumergidos los tres grandes elementos científicos de la misión, llamados HIFI, PACS y Spire, que se dedicarán a descifrar los datos recibidos por el espejo.
Los instrumentos requieren temperaturas tan gélidas porque las galaxias que se quieren captar son extremadamente frías.
SOLO PARA OTROS OJOS
"Lo que hace único al Herschel es la ventana del espectro electromagnético que puede explorar", prosigue el investigador del CSIC. Mientras que el Hubble está preparado para observar la misma luz que detectan nuestros ojos --el espectro óptico--, el Herschel trabajará en un dominio que incluye todo el infrarrojo lejano y longitudes de onda submilimétricas.
"Ello le permitirá observar el Universo más frío, en particular las zonas de nacimiento de estrellas y objetos formados poco después del Big Bang. Esa ventana está cerrada a los telescopios terrestres porque nuestra atmósfera actúa como un muro que no deja pasar ningún fotón".
Además de Cernicharo, la participación española en el Herschel incluye también a otros investigadores del Instituto de Estructura de la Materia del CSIC, como Jesús Martín-Pintado, así como del Instituto de Astrofísica de Canarias y el Observatorio Astronómico Nacional. Entre las empresas están Alcatel Espacio, Crisa, CASA, Sener, GMV y Rymsa.
El Herschel nos ayudará a entender mejor cómo se formaron y evolucionaron las galaxias en el universo primigenio y, en general, los procesos que dan lugar a estrellas y cometas. "¿Fueron las primeras galaxias como las que vemos ahora?, ¿las estrellas se forman primero y luego se juntan para formar galaxias o es al revés?", son algunas de las cuestiones que la ESA espera responder.
Las observaciones, además, incluirán objetivos más cercanos, como cometas, planetas y satélites. Nadie duda ya de que el astrónomo alemán William Herschel (1738-1822), descubridor de Urano y de los rayos infrarrojos, entre otros méritos científicos, estaría orgulloso de comprobar que una de las joyas de la astronomía europea lleva su apellido.

Tomado de http://www.elperiodico.com/

sábado, 21 de febrero de 2009

La visión desde el satélite Swift del cometa Lulin

El cometa Lulin, haciéndose cada vez más brillante, se encuentra rumbo a su acercamiento más próximo al planeta Tierra a comienzos de la próxima semana. Sin embargo, el brillo verdoso del cometa, familiar para los observadores terrestres del cielo, se ha sustituido por los colores simulados en esta primera imagen desde el satélite orbital Swift .
Los datos de la fotografía tomados por los sensores del Swift, normalmente destinados a seguir los estallidos de rayos gamma cósmicos, fueron grabados el 28 de enero.
Aquí, se combinan los datos junto con una vista general del cielo del fondo de estrellas, para mostrar la luz visible y ultravioleta en tonos verde-azulados y los rayos X del cometa en rojo.
Los resultados trazan un plano de la extraordinaria emisión de rayos x en el lado del cometa que apunta al Sol, mientras los gases de la cola hinchada interaccionan con el viento solar . También muestra una emisión sustancial en ultravioleta opuesta al Sol, en la dirección del movimiento de la cola cometaria.
La emisión ultravioleta se debe a la molécula OH, formada de la ruptura del agua, un indicador de las copiosas cantidades de agua producidas por este extremadamente activo cometa . De hecho, los astrónomos estiman que Lulin ha estado liberando unos 800 galones (N.T.: 3600 litros) de agua por segundo, suficientes para llenar una piscina de natación de tamaño olímpico en menos de 15 minutos.

Fuente www.observatorio.info

viernes, 20 de febrero de 2009

Dos gigantes en el espacio

Júpiter, el mayor del Sistema Solar
Júpiter es el mayor planeta del Sistema Solar, con 140.000 kilómetros de diámetro y más del doble de la masa que todos los demás juntos. Su masa es la milésima parte de la masa del Sol y unas 318 veces la de la Tierra. A 778.330.000 kilómetros del Sol (5,2 veces la distancia Sol-Tierra) tarda 11,8 años en rodearlo. La imagen muestra los gigantescos ciclones y anticiclones que surcan la atmósfera de Júpiter (los círculos que aparecen dispersos por las bandas horizontales). El más famoso es la Gran Mancha Roja (en la parte inferior derecha de la imagen). Este ciclón tiene un diámetro de unos 20.000 kilómetros, ha estado activo desde hace al menos 300 años y muchas de sus propiedades y funcionamiento siguen siendo un misterio. Júpiter tiene 63 satélites
conocidos, entre ellos los famosos cuatro galileanos (Io, Europa, Ganímedes y Calisto). (Álvaro Labiano).

Los anillos de Saturno
Saturno es el sexto planeta de nuestro Sistema Solar y el segundo en tamaño y masa. Es un planeta gaseoso, es decir, no tiene una superficie sólida para pisar. Está compuesto principalmente de hidrógeno y helio pero con una pequeña proporción de otros elementos químicos que forman compuestos como amoniaco o metano, que son los que dan colores a sus bandas atmosféricas. Su periodo de rotación es de 10 horas y 14 minutos, tarda casi 30 años en completar una vuelta alrededor del Sol y está situado a una distancia de éste de 1.429.400.000 kilómetros (9,54 veces la distancia Sol-Tierra). Sin duda, una de sus características más espectaculares es su sistema de anillos. Fue observado por primera vez por Galileo (1564-1642) en 1610 pero una inclinación desfavorable de los anillos y las limitaciones de su telescopio le llevaron a pensar que lo que veía eran satélites. Estas imágenes del Telescopio Espacial Hubble muestran los anillos y su cambio en orientación con el tiempo. Los descubrimientos más recientes indican que los anillos están compuestos por un incontable número de partículas de hielo de agua, que tienen tamaños desde fracciones de milímetro a decenas de metros, como icebergs. (Benjamín Montesinos)

Fuente http://www.elpais.com/ en su excelente página sobre astronomía

El Sol en azul y la Tierra, nuestra canica azul

El portal www.elpais.com en su sección especial sobre astronomía distribuyó estas dos sensacionales fotografias:

Sohosol
Nuestro Sol. Esta imagen, tomada por el observatorio espacial SOHO, muestra la tremenda actividad de nuestra estrella en un aspecto que difiere mucho al que estamos acostumbrados, de un disco brillante. El gas que se ve en esta fotografía se encuentra a 1,3 millones de grados, y forma parte de la capa más externa de la atmósfera del Sol, la corona. En el Sol, la temperatura aumenta conforme nos alejamos del disco: ahí la temperatura es de unos 6.000 grados, mientras que en la corona puede llegar a 3 millones de grados. El Sol tiene un radio de 700.000 de kilómetros, una masa de 2 quintillones de kilogramos (un 2 seguido de treinta ceros), unas 343.000 veces la masa de la Tierra, y está situado a 150 millones de kilómetros de nuestro planeta. (programa de colaboración de la NASA y la ESA. (Benjamín Montesinos).


La Tierra
La Tierra es el tercer planeta del Sistema Solar y el mayor de los no gaseosos (Mercurio, Venus, Tierra y Marte). Está situado a 149.600.000 kilómetros del Sol y tiene un radio medio de 6.371 kilómetros. Su periodo de rotación es de 23 horas 56 minutos y 4 segundos y el de traslación 365,24 días. Sólo cuenta con un satélite natural, la Luna, con 3.476 kilómetros de diámetro, a una distancia de 384.000 kilómetros. Es el único planeta en el que existe agua líquida en su superficie, aunque se cree que Marte también pudo albergarla en algún momento. De los 510 millones de kilómetros cuadrados de su superficie, 362 millones corresponden a los océanos. (Álvaro Labiano)

Estallido extremo en el universo

Resplandor remanente del estallido de rayos gamma GRB 080916C (en colores naranja y amarillo) observado en distintas longitudes de onda- NASA / SWIFT / STEFAN IMMLER

Un peculiar observatorio astronómico en órbita, el Fermi, de la NASA, detectó lo que los científicos consideran el estallido de rayos gamma más extremo del que tienen noticia. El estallido es extremo, aclaran, porque tuvo la mayor energía inicial total, la velocidad más rápida y la más alta energía que han visto en estos fenómenos.
El Fermi registró el fenómeno (denominado GRB 080916C) el pasado 15 de septiembre en la constelación Carina, pero los especialistas han tardado estos meses en estudiar todos los datos hasta anunciarlo hoy en la versión en Internet de la revista Science.
Aunque hay teorías, nadie está seguro de qué es un estallido de rayos gamma, qué fenómeno concreto y cómo se generan estas potentísimas explosiones que se registran frecuentemente en el cielo. Pero se está avanzando mucho en su conocimiento gracias a los telescopios diseñados específicamente para descubrir estas explosiones y las redes de observatorios que permiten concentrar los esfuerzos astronómicos en su seguimiento durante las horas y días siguientes a su detección.
La hipótesis más generalmente aceptada ahora es que los estallidos de rayos gamma se producen cuando estrellas supermasivas agotan su combustible nuclear y colapsan formando un agujero negro en su centro. En el proceso se generan chorros de gas que alcanzan casi la velocidad de la luz. Estos chorros interactúan con la materia desprendida antes del astro moribundo y se genera un resplandor que luego se apaga.
Los científicos han calculado que el potentísimo estallido GRB 080916C se produjo a una distancia de 12.200 millones de años luz de la Tierra, correspondiente a un universo jovencísimo. "Por sí mismo este estallido era realmente interesante, pero al establecerse la distancia, ha pasado de ser interesante a extraordinario", comenta Julie McEnerym, responsable científica del Fermi, en un comunicado de la NASA. La distancia se ha podido establecer gracias a los datos obtenidos por un detector específico (Grond), colocado en uno de los telescopios del Observatorio Europeo Austral en La Silla (Chile).
La explosión de la estrella agotada, si este fue realmente su origen, fue gigantesca en comparación con las explosiones de supernovas corrientes, con una potencia unas 9.000 veces superior. Pero hay que considerar este dato con tino, advierten los científicos, porque, aunque la compasión con las supernovas es la forma normal de medir estos estallidos de rayos gamma, los valores que se manejan corresponderían a una emisión en torno a toda la estrella colapsada, mientras que los expertos creen que, en realidad, en los estallidos de rayos gamma se producen chorros muy finos y muy energéticos. Cuando se da el caso de que uno de esos chorros apunta en la dirección de la Tierra, se ve aquí como una colosal explosión. En este caso concreto del pasado 15 de septiembre, la velocidad del gas en ese chorro habría alcanzado una velocidad de 99,9999% la de la luz, explican los autores de la investigación.


Tomado de www.elpais.com

jueves, 19 de febrero de 2009

Europeos y americanos explorarán Júpiter y Saturno

Júpiter y la pequeña Tierra

Júpiter y Saturno, los dos planetas gigantes del Sistema Solar, recibirán la visita de naves científicas con bandera conjunta estadounidense y europea, si culminan con acuerdos formales la intención declarada recientemente por ambas partes de aunar esfuerzos para estas misiones conjuntas. Los responsables de la NASA y de la Agencia Europea del Espacio (ESA) mantuvieron recientemente una reunión en Washington para discutir los planes respectivos de exploración planetaria y acordaron un escenario común. Primero arrancaría la misión a Júpiter y después la de Saturno. "Esta empresa común es un maravilloso nuevo reto de exploración y supondrá un hito en las ciencias planetarias del siglo XXI", ha declarado David Southwood, director científico de la agencia europea.
La misión a Júpiter podría partir de la Tierra en 2020 para llegar a su destino en 2026 y estudiar durante tres años el planeta gigante y sus cuatro satélites principales, con especial interés en Europa (que puede tener un océano) y Ganímedes, la mayor luna del Sistema Solar. La idea es que la NASA construya y ponga en órbita una nave automática inicialmente llamada Jupiter-Europa Orbiter, y que la ESA se encargue de otra, la Júpiter-Ganymede Orbiter, que actuarían coordinadamente. Este proyecto supone la fusión del que venía estudiando la NASA (Europa-Jupiter System Misión) y el de la ESA (Laplace), que contempla la posibilidad de enviar un módulo de descenso a la superficie de Europa.
El viaje a Saturno consistiría en un artefacto orbital desarrollado por la NASA y un módulo de la ESA para descender en su luna Titán junto con un globo para investigar la atmósfera allí. Esta compleja misión supone varios retos que exigen aún bastantes estudios y desarrollos tecnológicos complejos. El plan conjunto fusiona la idea estadounidense de hacer una misión a Titán y a Saturno con el proyecto Tandem europeo.
Misiones específicas
Tanto Júpiter como Saturno han recibido en su entorno las visitas de misiones específicas. En órbita del primero ha estado la sonda Galileo , de la NASA, varios años (1995-2003), estudiando el planeta y sobrevolando sus satélites. La nave incluso envió un pequeño módulo de descenso que se precipitó en la alta atmósfera joviana para tomar datos.

Saturno y la pequeña Tierra
En torno a Saturno está actualmente en funcionamiento la nave Cassini, de la NASA. Llegó en 2004 y a los pocos meses soltó el módulo Huygens, de la ESA, que descendió hasta el suelo de Titán tomando datos y cumpliendo con éxito una de las hazañas más osadas de la historia de la exploración espacial.
Tanto la Galileo como la Cassini/Huigens han proporcionado a los científicos tanta nueva información que han suscitado entre los científicos la necesidad de volver a Júpiter y Saturno con nuevas sondas para conocer mejor esos dos planetas gigantes y su lugar en la historia del Sistema Solar.

Cambio climático en Marte y Venus

Imágenes de los planetas 'gemelos' a la Tierra: Marte y Venus.- NASA/ESA Hubble

Escribe Miguel Ángel López Valverde (Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC)
Venus, la Tierra, y Marte son planetas hermanos. Son sólidos, están rodeados de atmósfera, tienen tamaños parecidos y orbitan cerca del Sol. Los tres se formaron hace unos 4.550 millones de años en la misma zona de la primitiva nebulosa solar, con los mismos ingrediente y probablemente compartieron infancias similares. Durante cientos de millones de años tuvieron gran actividad volcánica, liberando gases que formaron atmósferas importantes y de composición similar, y probablemente hubo agua líquida en sus superficies.
En cambio, hoy en día Venus tiene una atmósfera casi cien veces mayor que la terrestre y un infierno de 460 ºC en la superficie. Y Marte es un desértico y gélido planeta con una atmósfera muy delgada. Sólo la Tierra parece haber mantenido el agua líquida, además de unas temperaturas muy estables ¡durante 4.000 millones de años!
¿Cómo ocurrieron estas evoluciones climáticas tan dramáticas en nuestros vecinos? ¿Cómo evitó la Tierra semejantes cambios? Los científicos buscamos una explicación global para los tres planetas.
Algunas claves
Un factor clave de estas diferencias se halla en la temperatura de la superficie de cada planeta. Es un parámetro complejo porque afecta a la atmósfera y a su vez depende de ésta mediante el llamado efecto invernadero. Este efecto depende de los gases atmosféricos existentes y de su capacidad para atrapar la energía solar que llega al planeta y que es re-radiada por éste hacia el exterior. En la Tierra el principal gas invernadero es el vapor de agua y, en segundo lugar, el dióxido de carbono; juntos aumentan la temperatura global del planeta en 15º C. Por el contrario, en Marte el efecto invernadero es pequeño, aunque quizás no fue así en el pasado, cuando las temperaturas eran mayores. En Venus, en cambio, es muy grande, dada su gran abundancia de dióxido de carbono, y pensamos que ha sido así durante casi toda su historia.
Pero el efecto invernadero también depende de factores más complejos. Uno es la reflectividad del planeta, que cambia mucho entre distintas zonas y además fluctúa con sucesos tan variables como las nubes, en la Tierra, o las tormentas de polvo en Marte. Otro factor es la radiación solar, que también sabemos que presenta variaciones con el tiempo. Incluso pueden ocurrir variaciones caóticas, como parece ser el caso de Marte, debido a variaciones bruscas en la inclinación de su eje. Esto es producido por las complejas influencias gravitatorias de Júpiter y los demás planetas. La Tierra está mas cerca del Sol y además tiene una compañera, la Luna, que le da gran estabilidad a su órbita, por lo que está libre de semejantes cambios.
Manteniendo el equilibrio
Otro factor importante para entender las diferencias entre estos planetas no tan gemelos radica en la interacción entre atmósfera y superficie y el equilibrio resultante. Un ejemplo es el llamado ciclo del carbono, que parece controlar que la temperatura en la Tierra no presente grandes cambios con el tiempo. El dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera está en continuo intercambio con el océano, donde es transportado por erosión y eventualmente se deposita en su fondo. Procesos geológicos lo incorporan a las rocas de la corteza terrestre y, posteriormente, mediante fisuras y volcanismo, se escapa hacia la atmósfera, completando el ciclo. Lo interesante es que este ciclo es auto-regulativo. Por ejemplo, si aumentase la temperatura, aumentaría la erosión y el transporte de CO2 hacia el océano y la corteza terrestre, con lo que el CO2 residente en la atmósfera disminuiría, disminuyendo también su efecto invernadero, y contrarrestando el cambio de temperatura: ¡un equilibrio perfecto!
Ahora bien, este reciclaje lleva tiempo, unos 300.000 años, poco en términos de evolución planetaria normal, pero... ¿y si existen cambios bruscos? Podríamos pensar en sucesos cataclísmicos, como erupciones volcánicas excepcionales o impactos con cuerpos menores del Sistema Solar. Hay otro ejemplo candente: el problema del cambio climático debido al aumento del CO2 producido por el hombre, que ha ocurrido en tan solo 200 años, un tiempo brevísimo a escala planetaria. Estos sucesos podrían escapar de la capacidad autorreguladora del planeta, especialmente si se prolongan en el tiempo.
¿Qué falla en Marte y en Venus?
En nuestros vecinos, Marte y Venus, su ciclo del carbono se perdió hace mucho tiempo. En Venus, más próximo al Sol, la elevada temperatura debió haber evaporado el agua de los océanos por completo mediante un proceso denominado efecto invernadero desbocado. Sin océanos, el intercambio de CO2 hacia la corteza se interrumpió, y todo el carbono disponible en el planeta pasó a la atmósfera. Marte, por otro lado, no dispone de tectónica de placas; con un tamaño menor que el de Venus y la Tierra, su interior se enfría más rápidamente. Aunque en el pasado hubiese océanos de agua líquida en su superficie, el carbono no pudo ser devuelto a su atmósfera. En ausencia de este reciclaje autoregulador y de un volcanismo activo, las variaciones térmicas desembocaron en un enfriamiento incontrolado y gran parte de la atmósfera colapsó.
Desafíos y problemas pendientes
Aunque la evolución de los tres planetas ha sido muy compleja, empezamos a entender algunos mecanismos clave. Eso sí, hay muchas preguntas abiertas con escasas respuestas. La superrotación de las nubes de Venus o el desarrollo de las tormentas de polvo en Marte son dos ejemplos actuales. Las complejas interacciones entre numerosos procesos requiere cuidadosos modelos matemáticos, y muchos mas datos, y más precisos.
La atmósfera es un sistema caótico y complejo, y la tarea científica de comprenderlo en su globalidad y en los tres planetas hermanos, promete ser larga, aunque eso sí, apasionante. Y necesaria.
Misión Marte. Misión Venus
Desde el desarrollo de la era espacial, Venus y Marte han estado en el punto de mira de las agencias espaciales. La palma se la lleva sin duda nuestro vecino rojo, visitado en más de cuarenta ocasiones, siendo la última la misión Phoenix de la NASA, cuyos datos aún deben revelarnos importantes claves sobre la presencia de agua líquida bajo la superficie marciana. En cuanto a Venus, actualmente está siendo sobrevolado por la misión Venus Express, de la Agencia Europea del Espacio (ESA), que nos está descubriendo fenómenos sorprendentes en su atmósfera, como la presencia de ¡relámpagos!

Fuente http://www.elpais.com/

miércoles, 18 de febrero de 2009

Satélites colisionan en una órbita baja terrestre

¿Cada cuanto colisionan los satélites? Aunque minúsculos desechos espaciales podrían golpear algún satélite de vez en cuando, la primera colisión conocida entre dos satélites ocurrió la pasada semana. Aunque hay miles de satélites lanzados, el bajo ratio de colisión se debe a la gran inmensidad del espacio.
La pasada semana, sin embargo, un satélite de comunicaciones ruso en desuso llamado Cosmos 2251 chocó de golpe con un satélite de comunicaciones estadounidense operativo llamado Iridium 33 sobre Siberia , Rusia . Ámbos satélites se destruyeron.
La mera cantidad de partículas masivas en una nube de desechos en dispersión, retratadas en el recuadro de la imagen superior, incrementa el riesgo de que otros satélites operativos puedan ser golpeados por rápidos y dañinos proyectiles.
La colisión ocurrió en una órbita baja de la Tierra a sólo 750 kilómetros, una altura compartida por muchos satélites pero significativamente más alta que los 350 kilómetros de altura donde se encuentra la Estación Espacial Internacional ocupada por seres humanos.
Como los satélites se pueden desintegrar cuando chocan con rápida basura espacial, el golpe se centra en el asunto de que una futura y dramática colisión de satélites podría un día empezar una cascada de ablación de colisiones incremental.
El resultado podría conducir entonces a que los vuelos espaciales humanos del futuro tendrían un elevado riesgo y reduciría notablemente la vida útil de los caros satélites.

Fuente www.observatorio.info

jueves, 12 de febrero de 2009

Ojos sobre la Tierra

Esta gráfica artística de la administración estadounidense para el espacio, NASA, grafica los principales satélites que navegan alrededor de nuestro planeta, informando sobre los más diversos asuntos: clima, comportamiento de las aguas, etc.

En la página http://www.nasa.gov/externalflash/eyes/ se puede recibir una explicación sobre la labor que realiza cada uno de esos satélites, en forma didáctica y sumamente atractiva. basta con dar un click sobre cada satélite y se despliega la respectiva explicación.

Una Colmena de Satélites

El lanzamiento del primer satélite artificial por la entonces Unión Soviética en 1957 marcó el comienzo de la utilización del espacio para la ciencia y la actividad comercial. Durante la Guerra Fría, el espacio fue un excelente ámbito de la competencia entre la Unión Soviética y los Estados Unidos
En 1964 fue lanzado el primer satélite, para transmitir televisión, en una órbita geoestacionaria y sirvió para seguir los los Juegos Olímpicos de Tokio. Más tarde, las actividades de lanzamiento de Rusia se redujo, mientras que otras naciones establecieron sus propios programas espaciales. Así, el número de objetos en órbita terrestre se ha incrementado de manera constante - de 200 por año en promedio.
Los desechos que se muestran en esta imagen son una impresión del artista sobre la base de datos de densidad real. Sin embargo, los desechos se muestran en un tamaño exagerado, para que estén visibles en la escala se muestra.
Imagen Crédito: Agencia Espacial Europea

domingo, 8 de febrero de 2009

El universo tiene una composición exótica

El universo tiene una composición inesperada, o "exótica", según la define al menos el profesor Carlos Frenk, uno de los cosmólogos más reconocidos del planeta, quien lleva años recreando y simulando las estructuras cósmicas y la formación de galaxias por medio de grandes supercomputadoras.
Director del Instituto de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham (Reino Unido), Frenk asegura en una entrevista a Efe que una de las grandes sorpresas dadas por la física en la última década es precisamente que la materia, la visible y la oscura, es tan sólo una pequeña parte de la composición del universo, y que el resto lo ocupa una energía oscura "totalmente desconocida".
La materia visible -los átomos ordinarios de los que están hechos tanto humanos como estrellas- supone el 4% del universo, mientras que la llamada materia oscura fría -sobre la que este físico ha publicado un destacado estudio en "Nature"- conforma el 21%, es decir: una quinta parte del cosmos son unas partículas elementales que no interactúan y que por ello son difíciles de detectar.
Cualquier habitación está llena de miles de millones de estas partículas que sólo se hacen visibles cuando protagonizan fenómenos de gravedad en puntos donde se concentran enormemente como, por ejemplo, en el centro de nuestra galaxia.
En esa concentración masiva, los científicos creen que sufren colisiones que generan una radiación gamma muy energética que las hace visibles y, por ello, hacia allí se dirige el satélite norteamericano Fermi, lanzado el pasado junio, para tomar unas mediciones que se espera ofrezcan resultados en uno o dos años.
Este investigador, que esta semana ha ofrecido una charla en el Cosmocaixa de Barcelona en el marco del Año Internacional de la Astronomía, confía en que el acelerador de partículas del CERN (LHC) de Ginebra, puede llegar también a fabricar estas partículas de forma indirecta, una vía más sencilla que encontrarlas en el cosmos.
Menos optimista se muestra a la hora de predecir cuándo se llegará a saber qué es la energía oscura, descubierta a finales de la década de los noventa, tras años de sospechas teóricas "de que algo iba mal" porque la expansión del universo se estaba acelerando, fruto de una fuerza repulsiva, contraria a la gravedad.
Frenk, un británico nacido en México -nacionalidades a las que suma la española de su madre y la alemana de su padre- subraya que éste es "uno de los misterios de la ciencia", que se ha convertido en el reto número 1 de la investigación física en EEUU, y teme que se vayan a gastar miles de millones de euros en dar palos de ciego: "sin una teoría que les guíe y sin saber lo que están haciendo".
De momento, Frenk se dedica a simular el cosmos por medio de supeordenadores a través de millones de ecuaciones basadas en las leyes físicas, capaces de predecir cuántas galaxias debe haber, su tamaño o la forma en que se distribuyen en el espacio.
"Me gano la vida haciendo universos, tratando de emular a un dios con 'd' minúscula", afirma este detective cosmológico, nacido en una familia de médicos y músicos, que se ve como una síntesis de estas ramas: un científico creativo, de hecho algunas películas sobre sus andamios cósmicos han ganado premios en certámenes especializados.
Inevitablemente, la inmensidad del cosmos lleva a cuestiones metafísicas. A juicio de Frenk, ciencia y religión son dos avenidas de experiencias paralelas que no se cruzan, que se plantean preguntas diferentes, más allá del dónde venimos y a dónde vamos.
"La religión no tiene nada que decir sobre la ciencia, uno no puede pedir inspiración para conocer", afirma este científico que recuerda que una vez le plantearon que si se le apareciera Dios, ¿qué pregunta le haría?.La respuesta fue simple: "Le preguntaría qué es la materia oscura", al fin y al cabo para Frenk, si ese Dios existe sería un físico, porque sus leyes son de una generalidad "inexplicable", no hay explicación de por qué existe la física o el universo.

Fuente: Agencia Efe

viernes, 6 de febrero de 2009

La Luna y la Estación Espacial Internacional

El 2 de febrero, una Luna creciente brillaba en los cielos del planeta Tierra al atardecer.
Tal y como se veía en un lugar de la costa oeste de los EEUU cerca del Monte Hamilton , en California, la Estación Espacial Internacional también asomaba por el horizonte, cruzando por delante de la soleada superficie lunar.
El tránsito de la estación espacial duró 49 segundos.
Esta estudiada exposición de imagen telescópica, grabó la estación espacial durante el tránsito con la suave superficie Lunar de fondo, que presenta el Mare Serenitatis ( Mar de la Serenidad ).
La avanzada orbital viajaba de noroeste a sureste (de las 2 a las 8 en un reloj), a una altura de 389 kilómetros o unas 230 millas.
Por supuesto, la Luna como tal estaba 1000 veces más lejos.
En la extraordinaria fotografía, la destelleante estación también nos ofrece una pista del reflejo azulado de la luz terrestre.
Créditos &Copyright: Eric J. Zbinden
Fuente www.observatorio.info

jueves, 5 de febrero de 2009

La sonda Cassini en Saturno

Una sensacional representación artística que fue divulgada en agosto de 1997, con la siguiente información:
Programada para su lanzamiento en octubre de 1997, la nave espacial Cassini pasará siete años viajando por el Sistema Solar y su destino es Saturno. A la llegada a Cassini en 2004) comenzará una ambiciosa misión de exploración que incluirá una sonda en paracaídas a la superficie de Titan, la luna más grande de Saturno. La visión de este artista ofrece una espectacular vista de Cassini durante la maniobra de ingreso a Saturno, pasando por encima del plano del anillo.
El gigante de Saturno es el planeta más lejano conocido por los astrónomos. Diez veces más lejos del Sol que recibe sólo el 1 por ciento de la luz solar que la Tierra. En esa tenue luz del sol opera la nave espacial Cassini que no puede utilizar paneles solares como en otras misiones en el exterior del Sistema Solar, por lo que será alimentada por generadores termoeléctricos de radioisótopos (GTR).

miércoles, 4 de febrero de 2009

Sensacional colección de fotografías del espacio

El Diario El País de Madrid, con oportunidad del Año Internacional de la Astronomía, ha regalado a sus lectores en la página http://www.elpais.com/especial/astronomia/index.html esta sensacional galería de fotografías que este blog la inicia con la de nuestra estrella, el cálido y sensacional Sol


La Tierra y la Luna

Saturno



Neptuno


Mercurio


Marte


Júpiter

Venus

Agujero negro en la Galaxia Centauro A

Esta imagen de la Galaxia Centaurus A que muestra una espectacular vista de un nuevo agujero negro supermasivo, fue captada gracias a la acción conjunta de dos observatorios, el de Atacama en Chile y el Chandra de rayos X que se encuentra en el espacio.
El chorro de rayos X en la parte superior izquierda se extiende por alrededor de 13.000 años luz de distancia desde el agujero negro.
Créditos de la Imagen : NASA / CXC / CFA / R.Kraft et al.; MPIfR / ESO / APEX / A.Weiss et al. ESO / WFI

El exoplaneta parecido a la Tierra que ha sido descubierto

Un grupo de astrónomos de varios centros de investigación ha descubierto, por medio del satélite CoRoT, lo que denominan una "SuperTierra", y que es un planeta fuera del sistema solar que es algo mayor que la Tierra y que es el exoplaneta más pequeño detectado hasta la fecha.
Así lo informó el Instituto de Astrofísica de Canarias en un comunicado en el que señala que la temperatura de este planeta es tan elevada, entre 1.000 y 1.500 grados centígrados, que probablemente su superficie sea rocosa o esté cubierta de lava.
Este nuevo planeta, que tiene un diámetro aproximadamente el doble que el de la Tierra, recibe el nombre de CoRoT-Exo-7b, y está tan cerca de su estrella principal que su temperatura es muy elevada.La detección se produjo por medio del método de tránsito, es decir, mediante el ligero oscurecimiento del brillo de la estrella cuando el planeta pasa regularmente delante de ella, cada 20 horas terrestres, se explica en el comunicado del IAC.
La mayoría de los más de 330 planetas descubiertos hasta ahora son gigantes compuestos sobre todo de gas, como Júpiter y Neptuno, y en el caso de CoRoT-Exo-7b su densidad aún no ha sido determinada, aunque podría tratarse de un objeto rocoso, como la Tierra.
También podría estar cubierto de lava líquida o tratarse de una mezcla de ambos tipos.Identificar la naturaleza de este planeta requerirá muchas investigaciones futuras, y es posible que deba considerarse este descubrimiento como el comienzo de la astronomía exoterrestre, indica en el comunicado Hans Deeg, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y miembro del equipo del descubrimiento.
Daniel Rouan, investigador del Observatorio de París, comenta que encontrar este pequeño planeta no fue una completa sorpresa, ya que, agrega, Corot-Exo-7b pertenece a una clase de objetos cuya existencia se había predicho desde hace algún tiempo.
La mayoría de los métodos utilizados hasta ahora son sensibles a la masa del planeta, mientras que CoRoT es sensible a su tamaño, lo que es una ventaja, explican Roi Alonso y Magali Deleuil, investigadores del Laboratorio de Astrofísica de Marsella.
Otra de las ventajas de CoRoT es el hecho de estar en el espacio, donde las perturbaciones son mucho más pequeñas y los períodos de observación son mucho más largos que en tierra, añade Hans Deeg.Este descubrimiento se complementó con las observaciones realizadas a través de una extensa red de telescopios europeos terrestres gestionados por varias instituciones y países.
En el Observatorio del Teide (Tenerife), el telescopio IAC 80 fue el primero que reobservó CoRoT-Exo-7b después de la detección de CoRot.
También se realizaron nuevas observaciones con el nuevo instrumento FASTCAM - una cámara de muy alta resolución - en el Telescopio Carlos Sánchez (TCS) de 1.5 metros de diámetro y el Telescopio Óptico Nórdico (NOT) de 2,5 metros, que permitieron excluir otras fuentes que podían imitar la señal del planeta.
Además de la contribución española, el descubrimiento se apoyó en las observaciones de otros telescopios en Paranal y La Silla (Chile) y el Telescopio de Mauna Kea (Canadá-Francia-Hawai).El nombre del telescopio espacial CoRoT responde a las siglas de Convección, Rotación y Tránsitos).
Fuente: Agencia Efe

martes, 3 de febrero de 2009

El cometa Lulín se acerca

¿Cuánto brillo llegará a alcanzar el cometa Lulin? Nadie lo sabe con seguridad.
Aunque es notoriamente difícil conseguir predecir con exactitud el brillo de los cometas recién descubiertos, el cometa Lulin puede llegar a ser bien visible a simple vista a más tardar este mes. Mientras el cometa Lulin se mueve hacia el cielo septentrional a mediados de febrero para salir a medianoche, debería ser posible encontrarlo, para los observadores de cometas, por lo menos con prismáticos y un buen planisferio .
Las observaciones de su trazado indican que el cometa, oficialmente denominado C/2007 N3 (Lulin), ha girado ahora alrededor del Sol y está acercándose a la Tierra en una trayectoria que le traerá hasta la mitad de la distancia Tierra-Sol a finales de febrero. La órbita del cometa Lulin indica que probablemente se trate de su primer viaje dentro del Sistema Solar interior.
El cometa fue descubierto por Quanzhi Ye de la Universidad Sun Yat-sen mediante imágenes obtenidas por Chi-Sheng Lin en el Observatorio Lu-Lin de la Universidad National Central .
En esta fotografía, tomada desde Italia el pasado viernes, vemos la coma y las colas del cometa Lulin, una cola apuntando al exterior del Sol y una anti-cola ; polvo que traza el cometa en su órbita y puede aparecer apuntando hacia el Sol.
Créditos &Copyright: Paolo Cyy(Cimini Astronomical Observatory)
Fuente www.observatorio.info

¿Ovnis? No, son nubes lenticulares

¿Son OVNIs lo que hay cerca de esa montaña? No, son simplemente nubes lenticulares de varias capas.
El aire húmedo forzado a fluir hacia arriba alrededor de la cima de la montaña puede crear una nube lenticular.
Las gotitas de agua se condensan del aire húmedo enfriado por debajo del punto de rocío, y las nubes son grupos opacos de gotitas de agua.
Las ondas en el aire que normalmente se verían horizontalmente, pueden verse verticalmente, por los diferentes niveles donde se forman las nubes.
Algunos días la ciudad de Seattle , Washington , Estados Unidos , se place de un espectáculo celeste donde las nubes lenticulares se forman cerca del Monte Rainier, una gran montaña que se eleva a sólo 100 kilómetros al sureste de la ciudad.
Esta imagen de un espectacular cúmulo de nubes lenticulares se tomó el pasado diciembre.
Créditos &Copyright: Tim Thompson
Fuente www.observatorio.info

domingo, 1 de febrero de 2009

Los sonidos de el universo

"En el espacio nadie puede oír tus gritos". Con este inquietante eslogan se publicitó el clásico del cine de ciencia-ficción Alien. Sus creadores dieron en el clavo: el sonido necesita de un medio material para propagarse, y en el vacío espacial no hay nada a lo que pueda agarrarse.
Por este motivo, casi todas las películas del género –excepto 2001: una Odisea del espacio– cometen el error de obsequiarnos con explosiones y potentes rugidos de los motores de hiperpropulsión. Sin embargo, el silencio no reina en todo el universo.
La sonda Huygens, que se lanzó el 14 de enero de 2005 hacia la superficie de Titán –el satélite de Saturno–, llevaba un par de diminutos micrófonos. Debido a que tiene una atmósfera densa, continentes y un mar de metano, Titán es un lugar bastante ruidoso. Los micrófonos de la sonda grabaron el ruido del viento a lo largo de las dos horas y media que duró el descenso.
A pesar de la fortísima deceleración a la que se vio sometida –15 veces la de la gravedad terrestre–, la Huygens sobrevivió al impacto con el suelo y transmitió datos e imágenes de la superficie durante más de una hora. Así, pudo verse un paisaje anaranjado sembrado de rocas, posiblemente hechas de agua sólida y, cubriéndolo todo, una neblina de etano o metano.
El micrófono tenía que registrar el sonido de un trueno alienígena. No hubo suerte.Esta no es la primera vez que enviamos un micrófono a otro planeta. En 1999, la NASA quiso hacer realidad el que sería el último sueño del astrofísico y divulgador Carl Sagan, que no era otro que grabar los sonidos de la superficie marciana. Para ello, instalaron un micrófono en la Mars Polar Lander, pero diez minutos antes del amartizaje se perdió el contacto con la sonda. A pesar de ello, la NASA no ha tirado la toalla y espera grabar en las futuras misiones que tiene programadas al planeta rojo el ulular del viento o los silbidos ametralladores de sus tormentas de arena. Obviamente, nadie pensó en dotar de micrófonos a la misión Apolo 11, salvo los necesarios para que Neil Armstrong pudiera pronunciar su famosa frase tras pisar el firme lunar. No hay que olvidar que nuestro satélite carece de atmósfera.
Fuente www.elalmanaque.com