lunes, 23 de febrero de 2009

Tras el Hubble ahora viene el Herschel


Un espejo de 3,5 metros de diámetro, bastante más que el Hubble, y una capacidad para observar en todo el espectro infrarrojo, donde no llega la visión humana, convertirán al observatorio espacial Herschel en la herramienta más precisa de la historia dedicada a escrutar las regiones más frías y lejanas del Universo.
Este prodigio de la tecnología europea, resultado de 20 años de trabajo, ya ha comenzado los preparativos para el lanzamiento, previsto para el 16 de abril.
"Lo que descubriremos cambiará nuestra visión de muchos procesos que intervienen en la evolución del Universo", se muestra convencido José Cernicharo, investigador del Instituto de Estructura de la Materia del CSIC (Madrid) y uno de los jefes científicos de la misión.
El nuevo satélite de la Agencia Europea del Espacio (ESA) es un cilindro metálico de 7,5 metros de alto y 3,3 toneladas de peso que carga en su interior varios elementos de última generación. Lo más espectacular es el espejo de observación, el mayor jamás puesto en órbita, constituido por una pieza de cerámica muy ligera y resistente.
Los restantes instrumentos del satélite se servirán del gran ojo para analizar el cosmos.Debajo del espejo se sitúa el elemento de mayor tamaño, el criostato, un bidón termal con 2.000 litros de helio líquido que garantizarán el frío extremo necesario para trabajar.
Por ejemplo, el telescopio operará en un ambiente con temperaturas inferiores a --200°, pero el objetivo es llegar a --270°, cerca del cero absoluto. Dentro del criostato, protegidos del calor exterior, se encuentran sumergidos los tres grandes elementos científicos de la misión, llamados HIFI, PACS y Spire, que se dedicarán a descifrar los datos recibidos por el espejo.
Los instrumentos requieren temperaturas tan gélidas porque las galaxias que se quieren captar son extremadamente frías.
SOLO PARA OTROS OJOS
"Lo que hace único al Herschel es la ventana del espectro electromagnético que puede explorar", prosigue el investigador del CSIC. Mientras que el Hubble está preparado para observar la misma luz que detectan nuestros ojos --el espectro óptico--, el Herschel trabajará en un dominio que incluye todo el infrarrojo lejano y longitudes de onda submilimétricas.
"Ello le permitirá observar el Universo más frío, en particular las zonas de nacimiento de estrellas y objetos formados poco después del Big Bang. Esa ventana está cerrada a los telescopios terrestres porque nuestra atmósfera actúa como un muro que no deja pasar ningún fotón".
Además de Cernicharo, la participación española en el Herschel incluye también a otros investigadores del Instituto de Estructura de la Materia del CSIC, como Jesús Martín-Pintado, así como del Instituto de Astrofísica de Canarias y el Observatorio Astronómico Nacional. Entre las empresas están Alcatel Espacio, Crisa, CASA, Sener, GMV y Rymsa.
El Herschel nos ayudará a entender mejor cómo se formaron y evolucionaron las galaxias en el universo primigenio y, en general, los procesos que dan lugar a estrellas y cometas. "¿Fueron las primeras galaxias como las que vemos ahora?, ¿las estrellas se forman primero y luego se juntan para formar galaxias o es al revés?", son algunas de las cuestiones que la ESA espera responder.
Las observaciones, además, incluirán objetivos más cercanos, como cometas, planetas y satélites. Nadie duda ya de que el astrónomo alemán William Herschel (1738-1822), descubridor de Urano y de los rayos infrarrojos, entre otros méritos científicos, estaría orgulloso de comprobar que una de las joyas de la astronomía europea lleva su apellido.

Tomado de http://www.elperiodico.com/

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