Ilustración de la NASA que muestra la posición aproximada de las sondas Voyager I y II.
El sistema solar no tiene forma redonda sino que es asimétrico y presenta abolladuras, según se deduce de los datos enviados por una nave espacial que lleva más de 30 años viajando por el espacio y cuyos resultados publica la revista científica Nature en su último número.
Dirigida por Edward Stone, catedrático de Física en el Instituto de Tecnología de California (Estados Unidos), la investigación se centra en el estudio del sistema solar, la helioesfera, que es como una suerte de burbuja magnética que envuelve nuestro sistema planetario y que está creada por el viento que genera el propio Sol.
Según los datos enviados desde el Voyager 2, la nave atravesó la frontera del sistema solar en un lugar más próximo al sol de lo que se había previsto, lo que indica la existencia de una irregularidad en la heliosfera.
Abolladura
Los científicos deducen que el Voyager 2 salió del sistema solar por una gran abolladura de la heliosfera que podría explicarse por el efecto de un campo magnético de carácter local que la atraería hacia la estrella solar.
El Voyager 2 partió de la Tierra en 1977 con la misión de estudiar los planetas de Júpiter y Saturno.
Tras finalizar su tarea, la nave continuó viajando hasta salir del sistema solar, desde donde sigue enviando información a la Tierra.
Actualmente, el Voyager 2 subsiste en condiciones de frío y oscuridad; ante la ausencia de energía solar, se alimenta de unas baterías nucleares que se espera que se agoten definitivamente a partir de 2025.
El sistema solar no tiene forma redonda sino que es asimétrico y presenta abolladuras, según se deduce de los datos enviados por una nave espacial que lleva más de 30 años viajando por el espacio y cuyos resultados publica la revista científica Nature en su último número.
Dirigida por Edward Stone, catedrático de Física en el Instituto de Tecnología de California (Estados Unidos), la investigación se centra en el estudio del sistema solar, la helioesfera, que es como una suerte de burbuja magnética que envuelve nuestro sistema planetario y que está creada por el viento que genera el propio Sol.
Según los datos enviados desde el Voyager 2, la nave atravesó la frontera del sistema solar en un lugar más próximo al sol de lo que se había previsto, lo que indica la existencia de una irregularidad en la heliosfera.
Abolladura
Los científicos deducen que el Voyager 2 salió del sistema solar por una gran abolladura de la heliosfera que podría explicarse por el efecto de un campo magnético de carácter local que la atraería hacia la estrella solar.
El Voyager 2 partió de la Tierra en 1977 con la misión de estudiar los planetas de Júpiter y Saturno.
Tras finalizar su tarea, la nave continuó viajando hasta salir del sistema solar, desde donde sigue enviando información a la Tierra.
Actualmente, el Voyager 2 subsiste en condiciones de frío y oscuridad; ante la ausencia de energía solar, se alimenta de unas baterías nucleares que se espera que se agoten definitivamente a partir de 2025.
Agencia EFE
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