Imágenes de la cara oculta, logradas por la misión japonesa Kayuga/Selene ayudan a entender el origen y evolución de nuestro satélite
Los campos de basalto en la Luna son muestra de que allí hubo en el pasado un activo volcanismo. ¿Cuándo? Las imágenes de la cara oculta del satélite tomadas ahora por la sonda espacial japonesa Kaguya / Selene han permitido a los científicos hacer una datación basada en el recuento de cráteres y concluyen que la mayor parte de esos campos de basalto estaban ya formados hace 3.000 millones de años, aunque hay algunos más jóvenes, de 2.500 millones de años. "Esta datación indica que el volcanismo en la cara oculta duró más de lo que se creía y que tuvo distintos episodios", explican hoy los investigadores autores del trabajo en la revista Science.
Para tener la información precisa, explican los expertos, habría que hacer dataciones radiológicas allí mismo, en el suelo lunar, pero este tipo de análisis sólo se hizo en algunos puntos de la cara visible de la Luna con las misiones Apolo (EE UU) y Luna (URSS). Para el resto, incluida la cara oculta, los científicos recurren al recuento de cráteres. La idea es que los meteoritos que caen van dejando marcas. Si el flujo de impactos es constante y sólo se borran cuando se altera el suelo, se puede calcular la edad de éste contando los cráteres. La Kaguya / Selene está en órbita a 100 kilómetros sobre la superficie lunar y toma fotografías con resolución de 10 metros.
Tomado de www.elpais.com
Los campos de basalto en la Luna son muestra de que allí hubo en el pasado un activo volcanismo. ¿Cuándo? Las imágenes de la cara oculta del satélite tomadas ahora por la sonda espacial japonesa Kaguya / Selene han permitido a los científicos hacer una datación basada en el recuento de cráteres y concluyen que la mayor parte de esos campos de basalto estaban ya formados hace 3.000 millones de años, aunque hay algunos más jóvenes, de 2.500 millones de años. "Esta datación indica que el volcanismo en la cara oculta duró más de lo que se creía y que tuvo distintos episodios", explican hoy los investigadores autores del trabajo en la revista Science.
Para tener la información precisa, explican los expertos, habría que hacer dataciones radiológicas allí mismo, en el suelo lunar, pero este tipo de análisis sólo se hizo en algunos puntos de la cara visible de la Luna con las misiones Apolo (EE UU) y Luna (URSS). Para el resto, incluida la cara oculta, los científicos recurren al recuento de cráteres. La idea es que los meteoritos que caen van dejando marcas. Si el flujo de impactos es constante y sólo se borran cuando se altera el suelo, se puede calcular la edad de éste contando los cráteres. La Kaguya / Selene está en órbita a 100 kilómetros sobre la superficie lunar y toma fotografías con resolución de 10 metros.
Tomado de www.elpais.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario