Mientras el Sol está por iniciar el que se espera sea uno de los ciclos de actividad solar más violentos en los últimos 100 años, los científicos de la NASA se preguntan ¿una erupción solar puede hacer que su inodoro dejar de trabajar?
Esa es la sorprendente conclusión de un estudio financiado por la NASA a la Academia Nacional de Ciencias, titulado grave Eventos graves del clima espacial; Entendimiento y repercusiones sociales y económicas.
En las 132 páginas del informe, los expertos detallan lo que podría suceder a nuestra moderna sociedad de alta tecnología, en caso de una “súper erupción solar”, seguida de una tormenta geomagnética extrema.
Se dieron cuenta de que casi nada está a salvo del clima espacial ni siquiera el agua en su cuarto de baño. El problema comienza con la red eléctrica. “La energía eléctrica es la piedra angular de la moderna sociedad tecnológica de la que prácticamente todas las demás infraestructuras y servicios dependen”, señala el informe.
Sin embargo, es particularmente vulnerable a las malas condiciones meteorológicas espaciales.Corrientes inducidas en tierra durante las tormentas geomagnéticas pueden fundir el cobre de las bobinas de los transformadores en el centro de muchos sistemas de distribución de energía.
Las líneas eléctricas actúan como antenas, recogiendo las corrientes difundiendo el problema en una amplia zona. El más famoso corte de energía geomagnético ocurrió durante una tormenta espacial en marzo de 1989 cuando seis millones de personas en Québec se quedaron sin energía por 9 horas.
Según el informe, las redes eléctricas pueden ser más vulnerables que nunca. El problema es la interconexión. En los últimos años, los servicios públicos se han unido para permitir que las grandes redes de larga distancia, transmitan de energía de bajo costo a zonas de demanda repentina. En un día caluroso de verano en California, por ejemplo, la gente en Los Ángeles podría tener la gestión de sus equipos de aire acondicionado con un poder activado desde Oregon. Tiene sentido económico, pero no necesariamente geomagnético.
Hace al sistema de interconexión susceptible a una amplia gama de “fallos en cascada”.En 1859 tuvo lugar la más intensa tormenta geomagnética de que se tenga noticia, conocida como el evento Carrignton. Si una tormenta así se registrara ahora provocaría un colapso en Estados Unidos y la mayoría de los países del mundo.
Según el estudio “causaría extensos trastornos sociales y económicos”, advierte el informe. Cortes de energía serían acompañados por apagones de radio y satélite, interrupciones en telecomunicaciones, navegación GPS, la banca y las finanzas, el transporte todos se verán afectados. Corregir algunos problemas con el desvanecimiento de la tormenta como las transmisiones de radio y el GPS podrían volver a operar con bastante rapidez.
Otros problemas serían duraderos: toneladas de transformadores quemados, por ejemplo, puede llevar semanas o meses repararlos. El impacto económico total en el primer año podría llegar a 2 billones de dólares, alrededor de 20 veces mayor que los costes de un huracán Katrina.
Tomado de www.iblnews.com
lunes, 26 de enero de 2009
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