
El polvo del cometa Swift-Tuttle es el responsable de las Perseidas, creando en el hemisferio norte este regular espectáculo celeste de verano. El polvo del cometa se vaporiza conforme entra en la atmósfera terrestre a más de 60 kilómetros por segundo, produciendo trazas visibles que empiezan en altitudes que rondan los 100 kilómetros.
Por supuesto, los trazos parecen salir de un radiante común en la constelación de Perseo, que es la que da nombre a esta lluvia. Realizada después de la puesta lunar, el fondo estelar lo protagoniza la brillante estrella Vega a la derecha.
Extendiéndose por el horizonte occidental se encuentra la débil banda de la zona septentrional de la Vía Láctea.
Créditos & Copyright: Wally Pacholka (Astropics.com/ TWAN)
Tomado de www.elobservatorio.info
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